Cultura

El día que el feminismo llegó al mainstream

Reseña sin spoilers

El día que el feminismo llegó al mainstream

Desde que salió el primer trailer de la película de Barbie sabía que era para mí. Como le habrá pasado a muchas que crecimos con esas muñecas, o deseando tenerlas.

Aunque casi ni tuve Barbies originales sí recuerdo como un tesoro aquellas dos barbies que compartíamos con mi hermana.
La barbie morocha era la favorita, porque era la que más se nos parecía, aunque sea en el color del pelo. Las barbies marca "Barbie" eran para las niñas ricas. Para mí era un sueño. Por más que las pedía para navidad nunca llegaban. Pero si me enteraba que otra nena tenía Barbies cuando iba a la casa, era el juego preferido.

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

Admito que tuve amigas por interés. Y es que tener Barbies era un poder entre las niñas. Tener el auto, ropita, o cualquier accesorio era una fantasía. Ni hablar de tener la casa. Ahora, si tenías Kens listo, date por clase media alta hermana. O para mí, millonaria. Para las niñas de familias trabajadoras las Barbies eran un bien preciado y una aspiración. No sólo por el estatus que brindaban sino porque te invitaban a construir un futuro donde la protagonista era una mujer adulta, hermosa y poderosa que siempre estaba sonriendo fantásticamente. 

Todo lo que pude tener de Barbie lo tenía: camisones, pantuflas, stickers, útiles, separadores de la carpeta. Como buena niña trolo, el rosa era y siempre fue (salvo por un corto período punk) mi sello personal. Y todas las divas que se identifiquen con ese estereotipo. Es que ser una mujer independiente, hermosa y segura era ser como Barbie. Como esa Barbie estereotipica que representa Margot Robbie en la película recientemente estrenada. Rubias, diosas, impecables, a veces puestas en el rol de "villanas", pero siempre poderosas. Yo quería ser como ellas y Barbie, y todas sus inspiraciones me prometían que se podía ser feliz y exitosa siendo mujer.




Después crecí...

La vida no es como una se la imagina cuando niña. Y así como Margot Robbie interpreta en la película, chocarse con el mundo real te va poniendo distancia con esa mujer que soñabas ser de niña. Te vas dando cuenta que es más fácil jugar a ser feliz y tener una linda rutina en tu casa de ensueños que tenerla de verdad. Resulta que las mujeres tenemos un lugar en la sociedad, y aunque Barbie siempre nos invitó a ser lo que queramos ser, no nos dio los medios, ni las herramientas para serlo.

Barbieland es justamente un mundo de fantasía porque en el mundo real nadie respeta a las mujeres, las matan. Y una lidia con esa información desde muy pequeña.

¿Cómo crecés recibiendo la violencia de un mundo que no te da oportunidades sino que te las quita? Un mundo donde las exigencias son infinitas, y vos nunca sos suficiente. Donde aprendés a odiarte y a criticarte constantemente por cualquier cosa. Donde ni siquiera estás cómoda y confrome con tu cuerpo. Donde jamás vas a recibir un reconocimiento por más que te esfuerces toda tu vida. Donde para ganarse el respeto, hay que ganarselo porque no, no lo tenés. 

Muy pronto descubrí que aquella promesa de libertad era un juego nada más.

Perdí mucho tiempo buscando ser hermosa, porque las mujeres feas siempre son infelices, o malvadas o blanco de críticas y desprecio, y nadie quiere eso. Barbie era hermosa siempre, ya venía maquillada y su cuerpo era una cosa extraña que no parecía real pero que sabias que tenías que parecerte a eso en lo posible. Barbie era deseable, era la que estaba bien ser. Por algo todas las que tienen un mango se operan para parecérsele. Es el ideal al que aspiramos todas. ¿no?

Después llegó el feminismo.

El feminismo llegó para explicar un poco esto que sentimos todas y que no tiene ningún sentido más que el ser mujeres. Ni hablar de otras identidades que también se ven afectadas. Las barbies con pene todavía no salieron al mercado.

El feminismo vino a darme la razón en muchas de las cosas que sentía pero que no podía explicar. Me hice feminista. Pero las feministas también tienen su lugar en la sociedad y son las "raritas", esas que como se resignan a ser las mujeres ideales se revelan contra esos mandatos, pero bien que cuando el marido maltrata son las primeras a las que recurren las que nos dicen raritas a nuestras espaldas y en nuestra cara.

La película de Barbie no se entiende si no entendés cómo funciona el patriarcado. Por eso hay gente ofendida, otra fascinada, otra confundida, otra enojada. Porque eso es el feminismo. Barbieland no existe porque es un mundo de fantasía que nos inventamos para poder ser alguien en un mundo donde no sólo no somos nadie, sino que tenemos suerte de seguir vivas. Sí hermana, la realidad es mucho más cruda. Por eso nos refugiamos en los juegos, las películas y las ficciones donde un guión nos escribe un destino. Barbie nos permite jugar a que somos dueñas de nuestras vidas y podemos decidir su rumbo, porque en la vida real una hace lo que puede.

La película muestra esto, y nos permite reírnos (a quienes entendemos de lo que habla) de lo absurdo de las reglas de este juego en la vida real. Reírnos de los estúpidos que son los hombres compitiendo entre ellos, de los idiotas que se ven gobernando un mundo que se cae a pedazos y lo maravillosas que somos por resistir y existir como podemos a esta realidad. 

Puede Barbie ser feminista? - La Tercera

Barbie interpela porque le habla a un público que no son tipos, y eso es raro de ver. Salas copadas por gente vestida de rosa, muchas minas, muchas niñas, mucho grupito de amigas que se vuelven protagonistas de un mercado que no les suele hablar a ellas, pero cuando lo hace nos volvemos visibles. Nos damos cuenta de que acá estamos, que somos un montón y que nos siguen cagando en un montón de aspectos. Nos invita a reirnos y pensar, a desestimar de a poco un sistema de opresión que tenemos incorporado. A mirar a la otra como se miran entre las Barbies, con respeto y altura. Llegó el momento del feminismo mainstream, no sin todas sus contradicciones, pero sí con mucho glamour y humor.

Barbie no es más que una película mainstream de Hollywood, las que hacemos la diferencia somos las que estamos contando estas historias. Nuestras historias, cuando nos volvemos las protagonistas de nuestras vidas y relatos. 



Pd: Si todavía no sos feminista, primero recomiendo estudiar un poquito de qué va el patriarcado para gozar del humor exquisito de Greta Gerwig.

Pd2: Advertencia: si te vas a meter en esto del feminismo puede que no haya marcha atrás. Andá con cuidado puede que termines mandando a la mierda algunas cosas. Todo es por tu bien.

No me preguntes solo soy una chica - Frases Homero & Cia - YouTube