Política

Además de ser, hay que parecer

Viaje al pasado y la catarsis se presenta.

Además de ser, hay que parecer

Corría el año 2013, (yo recién sumergido en el mundo laboral en blanco) un día hubo un paro de trenes y por ende, todos los colectivos estaban repletos de personas, dificultando así mi llegada al laburo, tenía que ir hasta Belgrano.  No frenaba ningún colectivo. Yo imagínense desesperado por no llegar tarde al trabajo, al 4to colectivo que me sigue derecho, me tomo un remis, adrenalínico y muy estresado (no me importaba perder plata de mi bolsillo por decisión propia con tal de poder llegar al laburo y ganarme el mango). Resulta, resulta… que llegue con una demora de 30 minutos. El gerente de ese entonces del local de electrodomésticos, me pregunto el porqué de mi llegada tarde, le conté lo sucedido y también le pregunte si estaba al tanto del paro de trenes.

Con suma indiferencia me dijo con voz jocosa “del lado humano te entiendo, pero del lado profesional no”. PUMMM Puso un papel en el escritorio y me hizo firmar mi primera llegada tarde al mundo laboral, me hizo firmar un parte. Perdiendo así una plata que me daban de presentismo.

Recuerdo que en ese momento sentí una impotencia muy fuerte, ya que me agarro de sorpresa y no supe cómo defenderme.

Si bien no supe defenderme, supe muy bien cómo protegerme. Desde aquel entonces, yo con mis purretes 20 años, decidí hacer carne esa frase y usarla como farol para mi vida, iluminándome los pasos para no ser esa clase de gente. Supe entonces qué clase de persona no quería ser.

Muy bien, aprendí a SER y a no PARECER absolutamente nada y mejor aun, a no decir nada.

 

Yo creo que hay que renunciar a algunas ocurrencias, uno no tiene que decir todo lo que se le ocurre, ¿usted sabe cómo se agradecen algunos silencios?

¿Cómo se agradece el ahorro de alguna muestra de erudición? Por ejemplo, usted comenta que le gustaba determinado músico, o una determinada actriz “Me gusto mucho fulana en aquella película o como cantaba mengano esa canción” y esto admite como mucho 1 o 2 replicas, -“Sí, a mí me gustaba tal otra” -“y  a mi tal otra” después ya sobra.  Si estamos media hora diciendo “y aquella” “Y la otra” yo me aburro, yo me voy, ahí me voy.

Y la gente que se está yendo peor, son las 4 am y uno se levanta a las 8, han caído a las 5 de la tarde y los tipos amagan a irse y no se van.  Uno medio que los va empujando con la mirada, con el alma, con el espíritu, con la palabra; Hay palabras que propenden a la expulsión del que las recibe, por ej. -“En fin”, o palabras que clausuran una conversación -“es así noma, que se le va a hacer” ya está, se cerró. -“¡y eso no es nada..!” dice el otro “Eso no es nada” es por el contrario un giro que inaugura, abre de par en par la puerta de una conversación nueva -“Eso no es nada” yo cuando oigo eso no es nada me desmallo, porque después de eso viene lo que le paso al tipo, -“a mí me paso peor” viene después de ese “eso no es nada”. Esta misma especie la ves después en la calle, en la vereda que van del brazo de su pareja que ni la dejan hablar pobre, la pareja se da cuenta de lo ridículo de la situación, porque por ahí hace frio han salido al jardín y la pareja oye al tipo que justo está contando algo que le paso un día que fue al cine y no sé qué sucedió. Y la pareja está ahí, ya escucho mil veces la historia, el tipo la cuenta en todos los lugares que va. Un defecto espantoso de las personas que cuentan muchas veces las mismas historias.  La pareja que esta con el tipo tiene que padecerlo todas las veces, esa es una causa de la desaparición del amor.  La persona cuenta la misma historia  y la pareja se da cuenta de que la vida del hombre que tiene al lado es demasiada limitada, que a la tercera anécdota tiene que recurrir a la primera,  por eso un buen enamorado debe salir tres meses al año a buscar nuevas experiencias, ¿Para qué? Para cambiar las historias que va a contar cuando este frente a la persona amada, o mejor todavía… Para no contarlas. Les propongo un ejemplo elegantísimo

Usted un día escala el Aconcagua, (supongamos que usted escalo el Aconcagua) y va de visita a una casa de un tipo que le dice que ha escalado la cierra de la ventana y otro cuenta que ha escalado el cerro catedral, y usted se calla la boca. Usted dice -“¿a si?” Y no dice nada, no dice nada, no dice absolutamente nada. Y su pareja que sabe que usted ha escalado el Aconcagua dirá “Este es una buena persona” escalo el Aconcagua y se calla; no le interesa mostrarle a estos  que a él le ha ido más alto, el sabe que le ha ido más alto y sabe que yo sé que fue más alto y eso es lo que cuenta.

 

Desde este foro propongo a los gritos desesperados, por favor, seamos y no parezcamos. Y nunca, pero nunca nos desmotivemos. Porque es preferible perder plata, recibir desprecio a que necesitar subirse el ego ante situaciones poco honradas.