Cultura

Licenciado

Carta de aceptación

Licenciado

No a todos les vas a gustar.

Entendí que te conocí por mera casualidad y que quería que por causalidad sucediera algo.

Aún no sé qué, pero si esperaba algo.

Esa conexión que yo si sentí, pero usted no.

Debatimos, compartimos, expresamos, hablamos, dialogamos. Simplemente fluía y yo sentía que era algo más que una mera casualidad.

Todo el tiempo nos encontrábamos, bah. Yo creí que nos encontrábamos cuando en realidad me-encontraba en algo que no pasaba.

Pensé que tenía-mos un chiste interno ese espacio de filosofía que armamos por celular.

Llegué a sentir que en la manera que usted me hablaba, sus modismos. Eran especiales.

Porque yo si era diferente con/para usted.

Llegué a considerar que sentí una pequeña cercanía, atracción, de venir de algo más.

Pero queda/o en aquella fantasía de "señales", lo cuál no se asimilaba a la realidad.

La verdad es que usted es cómo es y a mí me despertó algo.

Curiosidad? Atención? Atracción? Interés? No lo sé.Algo sucedió que intente hacer-ser más. 

Me ilusiono la idea de solo probar que habrá más allá de las columnas de Hércules y sin embargó me encontraba en pleno navío.

Llegué a conclusiones vagas. De mi parte.

Que era algo "propio" el no resultarle atractiva, ni siquiera para arriesgarse a sentir lo que a mí si me pasaba.

Con completa sinceridad, el primer abrazo que usted me dió fue una sensación electrizante, incómoda, hermosa.

La decepción de su cancelación continua y falta de interés me hacía re-afirmar que no le interesó. Y que no le interesará sentir ese algo más.

Caí en la cuenta de que seríamos, entonces, solo amigos.

De que sirve intentar con algo que nunca le pasó?

De que me sirve arriesgar mi corazón en alguien que no le interesa ni probar como beso?

Por qué arriesgar-me en algo que no pasará? Porque así lo decidió.

A pesar de pensar en que debía aceptar esta realidad.

Le ofrecí una cerveza gratis, en un bar.

Aceptó.

Por alguna razón estaba entusiasmada, salí del trabajo, entrené y a las dos horas fuí a mi casa.

Fuí para prepararme, cambiarme, maquillarme, perfurmarme y salir al bar del encuentro.

Llegué antes, le espere casi media hora. La incertumbre y pre-desilución de una posible cancelación no dejaba de picotearme.

Habló de su amor frustrado, me mostró una parte de su escrito tragi-romantico el cuál le señale que era raro finalizar con un "te amo" si la había matado.

Entendí que algo me pasaba, con usted.

En un momento de la noche me mostró que habló sobre el amor con otra chica.

Supe que me molestó pero a su vez sentía una gran intriga de cuántas eran las chicas que usted dialoga de filosofía.

En el transcurso de la noche apareció un amigo suyo, con otro chico.

No supuse que nos acompañarían a la velada porque no lo supe tampoco.

Si bien fue algo que molestó en un principio, por otras cuestiones.

Fue placentero las charlas que se dieron.

Nunca tuve la posibilidad de filosofar tan abiertamente con alguien/es.

La noche bien veraniega, ni viento, ni calor, ni frío, ni nublado.

Era una noche perfecta para caminar.

Fuimos hasta la parada de colectivo que se dirigía al centro de morón ustedes se quedaron esperando algún colectivo mientras yo elegí seguir caminando. 

Necesitaba reflexionar y realmente, aceptar.

Aceptar que no hay algo especial en hablar filosofía con alguien.

Entendí que para usted soy alguien más. Ya que ni mi nombre se pudo acordar y comprendí que yo no le interesaba ni le iba a interesar. 

Entonces me preguntaba ¿Por qué lo conocí? ¿Para qué le conocí? ¿Cómo llegó usted a mi? ¿Cómo es posible que me sentía mal por algo que no pasó, ni pasará? 

En esa caminata, hasta mi casa. Reflexioné que no podía sacarle de mi cabeza.

Entendí que algo me pasaba con usted.

Supe con anterioridad que eso no iba a pasar, aunque lo demostrará.

Aunque quisiera-deseará demostrar-me que puedo/podía enamorarlo.

Madure con mis anteriores relaciones/vínculos afectivos y entendí que no quiero luchar para interesarle, ni a usted ni a nadie.

Entendí que no debo forzar a la casualidad, que si es... Será.

Por eso soñe con esa canción.

Porque la ilusión de esa cosa, lo cual no creo que sea amor ni llega a los talones del deseo.

El querer qué pasara algo no iba a existir. 

Y en esa inexistencia, existía mi leve melancolía.

Porque no le iba a dar lugar al "y si, si?" Porque no está la chance del " y si, si"

"Oh no puede ser feliz

Con tanta gente hablando, hablando a tu alrededor

Oh no puede ser feliz

Estoy hablando, hablando, hablando a tu corazón"

No importa cuánto le hable a su corazón, usted no me elegirá para algo más.

Y, aunque frustrará. Comprendí que tampoco me importaba el qué pasara "algo más" si dependía únicamente de mí. 

canció: "hablando a tu corazón" Charly García